viernes, 10 de marzo de 2017

Producto integrador: Ensayo Análisis crítico de paradigmas de ambientes de aprendizaje

Introducción

Los paradigmas de aprendizaje son marcos conceptuales que  han servido para explicar, describir y orientar el quehacer educativo, así como para entender las diferentes formas en las que se aprende y para dar soporte teórico al diseño de un ambiente de aprendizaje.

A lo largo del tiempo estos paradigmas han pasado por un proceso de evolución, mismo que se ha debido en gran medida al cambio social y al desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICS), lo que a su vez ha traído consigo nuevas formas de aprender, la creación de nuevos entornos de aprendizaje, la utilización de recursos en diversos formatos, nuevas formas de comunicarnos e interactuar, entre otras cosas.

Si quisiéramos explicar a detalle la evolución de los paradigmas educativos necesitaríamos mucho más que un ensayo, por lo que en el presente trabajo me centraré únicamente en los cuatro paradigmas más comunes: Conductista, Cognitivista, Constructivista y Conectivista. Pretendo dar al lector información sobre cada uno de estos paradigmas, esperando que sea de ayuda para que pueda tomar una postura propia. Se presenta información referente a sus principios, cómo cada uno de ellos concibe el aprendizaje y el ambiente, sobre el papel de las TICS en su configuración y el rol que adoptan estudiantes y docentes.

Desarrollo

Evolución de los paradigmas a lo largo del tiempo

“El conductismo, el cognitivismo y el constructivismo son las tres grandes teorías de aprendizaje utilizadas más a menudo en la creación de ambientes instruccionales. Estas teorías, sin embargo, fueron desarrolladas en una época en la que el aprendizaje no había sido impactado por la tecnología. En los últimos veinte años, la tecnología ha reorganizado la forma en la que vivimos, nos comunicamos y aprendemos” (Siemens, 2004, p.1).

El primer paradigma educativo que se desarrolló fue el Conductista, mismo que nace y se difunde en 1930, representado fundamentalmente en esta etapa por John Watson “padre de la Psicología conductual”. Se desarrolló de forma lineal en cinco fases, con aportaciones de varios autores. Entre 1960 y 1979   comienza una fase de declive hasta finalmente a su caída en 1980 donde los psicólogos dejaron de considerar la conducta como objeto único (Polanco, 2010).

Por otro lado, a inicios de los años sesenta comienza a agarrar fuerza el paradigma Cognitivo como la teoría que ha de sustituir al conductismo mismo que fue conformado y enriquecido por diferentes teóricos, dentro de los que destacaron: Piaget (teoría psicogenética), Ausubel (aprendizaje significativo), la teoría de la Gestalt, Bruner (aprendizaje por descubrimiento) y Vygotsky (la socialización en los procesos cognitivos superiores y la importancia de la zona de desarrollo próximo.

Es complejo delimitar exactamente dónde termina el paradigma cognitivo y dónde comienzan las otras corrientes que se desarrollaron dentro de este enfoque, como es el caso del Constructivismo.

Por último, en esta cadena evolutiva de las teorías, encontramos al Conectivismo, aunque algunos autores no lo reconocen como teoría de aprendizaje. Este paradigma se desarrolla en la era digital, surge como una mejora de los modelos anteriores y como integración de principios explorados por la teoría del caos, redes, complejidad y auto-organización (Siemens, 2004).

Si bien estas cuatro teorías tienen diferencias en la concepción del aprendizaje, del ambiente y de los roles de docentes y estudiantes, también tienen coincidencias, entre las que destacan que todas consideran aproximaciones ambientalistas del aprendizaje y la inclusión de las TICS, lo cual describiré en los siguientes párrafos.

 Principios, características más comunes y concepciones ambientalistas de los paradigmas

 Paradigma Conductista: está orientado a la predicción y control de la conducta y se focaliza en el aquí y en el ahora, este enfoque renuncia a las doctrina del alma, la mente y la conciencia para ocuparse del estudio de los organismos y su interacción con el medio que lo rodea. El  aprendizaje  es  visualizado  como  un  cambio  relativamente  permanente  en  el comportamiento, que se adquiere a través de la experiencia (Arancibia, Herrera & Strasser, 2008). La memorización es fundamental  y sólo se dan conexiones o asociaciones con estímulos provenientes del medio. La asociación conductual es fundamental en el proceso de aprendizaje bajo este paradigma (la contigüidad, la repetición y la contingencia) (Pozo, 2008). Hay un moldeamiento de conductas que se aproximan al comportamiento deseado y puede ser por imitación, reproduciendo el comportamiento mostrado por un modelo. Referente a la concepción ambientalista, en este paradigma subrayan la función del medio; la teoría del condicionamiento operante de Skinner es un ejemplo de ello, misma  que plantea que el aprendizaje puede ocurrir mediante el control y modelación de la conducta en función de cambios ambientales donde el maestro es el responsable de diseñar el ambiente con el objetivo de tener, por parte de los estudiantes, una respuesta adecuada a los estímulos (Schunk ,1997). Este paradigma es considerado en la psicología como el más ambientalista.

Paradigma Cognitivo: a diferencia del paradigma anterior, el cognitivismo no reduce el proceso de aprendizaje a simples asociaciones memorísticas sino que hace hincapié en los procesos de pensamiento como generadores del aprendizaje. Bajo este enfoque se concibe al alumno como un procesador activo de la información (adquisición, organización, codificación, repaso, almacenamiento y recuperación) y las condiciones ambientales son consideradas como factor favorecedor  del aprendizaje mismo que se espera sea significativo (Schunk ,1997). 

Paradigma Constructivista: se desprende de la teoría cognitivista, toma en cuenta elementos de las teorías estímulos-respuesta y modelos de procesamiento de la información (Belloch, 2012). El entorno en el que se adquiere el aprendizaje es de suma importancia puesto que el alumno no se limita a copiar el aprendizaje sino que lo construye a partir de elementos personales, experiencias e ideas previas según sus necesidades, intereses y su ritmo particular para interactuar con el entorno (Zapata, 2015). El aprendizaje se construye y tiene significado para el alumno, que puede construir su propio conocimiento a través de sus necesidades e intereses y según su ritmo particular para interactuar con el entorno. Hay una conciencia de los procesos cognitivos y control sobre el proceso que se da como flujo asimilativo de adentro hacia afuera. Son de suma importancia el entorno en el que se adquiere el aprendizaje y los elementos personales, experiencias, aprendizajes e ideas previas, así como la interacción social.

Paradigma Conectivista: pretende responder a la necesidad de explicar los cambios y nuevos procesos de enseñanza y aprendizaje de la sociedad del conocimiento. Presenta un modelo de aprendizaje que reconoce los movimientos tectónicos en una sociedad en donde el aprendizaje ha dejado de ser una actividad interna e individual (Siemens, 2004). La premisa que lo sustenta reside en la idea de que el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están alterando nuestros cerebros. Bajo esta teoría se concibe al aprendizaje como un proceso de formación de redes, según lo planteado por Downes (2007) el aprendizaje consiste en la destreza para construir y atravesar esas redes. El punto de partida es el individuo, cuyo conocimiento conforma por sí mismo una red, que a su vez nutre a organizaciones e instituciones que luego lo retroalimentan, proporcionándole nuevos conocimientos y permitiéndole su actualización (Guerrero y Flores, 2009). La diversidad de ideas, el medio y  la interacción tienen un gran valor en el proceso de aprendizaje.

Rol del alumno y del docente

Paradigma Conductista: el alumno toma un papel inactivo, neutro o reactivo a determinados estímulos y se limita a seguir al pie de la letra las indicaciones dadas por el docente, sin aportar nada al proceso de aprendizaje (Guerrero & Flores, 2009). El docente juega un papel protagónico y dentro de sus funciones en el proceso de evaluación es la de verificar los logros de su alumno y la corrección de sus errores mediante la retroalimentación; esto último ayudará al alumno a seguir adelante en su proceso o a regresar y volver a repetir el proceso hasta lograr el “éxito” (Guerrero & Flores, 2009).

Paradigma Cognitivo:el alumno es regularmente activo, tiene un control medio de su aprendizaje, tiene capacidad de autoevaluación, es autogestivo en sus procesos cognitivos así como en el control de sus emociones y es un activo procesador de información. El docente adopta un rol intermedio entre elemento base y mediador.

Paradigma Constructivista: bajo este paradigma tenemos un alumno mucho más activo que en el cognitivismo, es dinámico, inventivo, autónomo y autorregulado; no se limita a lo que le dan ni a copiar el conocimiento sino que lo construye; le atribuye significado a los contenidos  y le busca sentido a la adquisición de conocimientos; conoce sus propios procesos cognitivos lo que le permite controlar  su aprendizaje; es protagonista y producto de múltiples interacciones; construye ideas basadas en su conocimiento actual y las transforma para la toma de decisiones; aporta conocimientos en bases a sus experiencias previas. El docente por su parte, a diferencia del conductismo donde es protagonista, éste cede su protagonismo al alumno; impulsa su autonomía, promueve la reflexión y el pensamiento crítico, el análisis, el razonamiento, la búsqueda de información; ayuda al alumno en el proceso de construcción del conocimiento y lo estimula para que se vuelva autodidacta; es participante y promotor del desarrollo inductor.

Paradigma Conectivista: el alumno es muy activo, tiene control de s aprendizaje, hace conexiones con otros, toma decisiones sobre lo que quiere referente a cómo y con quién  quiere aprender, le encuentra significado a la información, genera pensamiento crítico y reflexivo, crea comunidades y redes de aprendizaje y sabe discriminar y evaluar la calidad de la información. El docente por su parte toma un rol muy parecido al del paradigma anterior, es un facilitador del proceso de aprendizaje y  cede su protagonismo. Sus actividades educativas y mediadoras van encaminadas a lo siguiente: gestionar espacios de aprendizaje en donde las personas puedan desarrollar o ampliar sus redes de información; ayudar a sus alumnos a crear redes con información actualizada, y confiable; fomentar sistemas que faciliten la creación de conexiones; validar la calidad de las conexiones que establece el alumno; nutrir y mantener las conexiones para facilitar el aprendizaje continuo; servir como orientador en la búsqueda y discriminación de información; revisar las expectativas de sus alumnos cuando crean redes; fomentar la investigación y la habilidad y el deseo de continuar la construcción de sentido; ayudar al estudiante a desarrollar habilidades de comunicación, etc. (Siemens, 2004).

Papel de las TIC y/o la virtualidad en los paradigmas

El aprendizaje a través de recursos tecnológicos ha tenido un gran desarrollo en las últimas décadas. Éste se aprecia no solamente en los en AVA sino también en ambientes presenciales y mixtos y en diferentes niveles educativos.  

Entre sus bondades se encuentran la flexibilidad y apertura en el acceso al conocimiento y la información, propician la formación de comunidades virtuales en las temáticas de interés, supera problemas de distancia y de acceso a bibliografía y potencia la circulación de datos (Davini, 2005). También nos permiten crear diversos tipos de AVA que a su vez propician el aprendizaje colaborativo, cooperativo, la construcción social del conocimiento, el respeto a la diversidad de ideas, la tolerancia, la interacción y comunicación (de la Cruz, González y González, 2013). Este tipo de aprendizaje en los adultos es muy efectivo,  no sólo por las ventajas de flexibilidad de tiempo y espacio que nos ofrece la educación virtual, sino sobre todo, porque los aprendizajes se aplican de manera inmediata en los ámbitos laborales y se potencian  por y gracias a la comunicación en pares (Escamilla, 2008).

La aplicación de las TIC en los contextos educativos sin duda ha dado paso a innovaciones y mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje sin embargo, es importante destacar que las por sí solas no garantizan la mejora (Onrubia, 2005), por lo que será necesario, que al diseñar un  AVA  bajo cualquier paradigma educativo, se tome en en cuenta lo siguiente: el diseño instruccional, el diseño de la interfaz, el diseño gráfico, el diseño de contenidos y material didáctico (Flores, 2009). Por otro lado también hay que tomar en cuenta las necesidades  concretas y  características de la sociedad, institución, docentes y alumnos (Herrera, 2006).

Un buen diseño instruccional puede potencializar los beneficios de las actividades de aprendizaje y el uso de las NT (Suárez, 2004).  Conocer los diferentes enfoques teóricos, sus bases psicológicas y filosóficas, así como sucede el procesamiento de la información en el alumno y  cómo éste aprende es de crucial importancia, información que nos permitirá diseñar ambientes virtuales exitosos y modelos de evaluación adecuados.  

Barajas y Owen (2000) comentan que por las características del constructivismo este enfoque pareciera más adecuado para el  desarrollo de  los entornos virtuales de aprendizaje debido al potencial que  la tecnología nos  brinda para la elaboración de las herramientas, comunicación y coordinación en el proceso de enseñanza, así como la posibilidad de orientarse hacia un enfoque centrado en el alumno (citado en  Stojanovic, 2008). Sin embargo, el uso de las TICS no se limita únicamente a un paradigma educativo, muchos de los procesos que se plantean en las teorías educativas pueden llevarse a cabo con el apoyo de las TICS (Siemens, 2004); un ejemplo de esto es que bajo un enfoque cognitivista, desde el diseño instruccional y de la interfaz se pueden diseñar estrategias para estimular el aprendizaje del alumno (Herrera, 2006).

Conclusiones

El proceso enseñanza-aprendizaje es uno de los grandes desafíos de la sociedad actual.  Vivimos en tiempos de cambios, donde la forma de aprender, comunicarnos y procesar la información ha cambiado por lo que es necesario que  las formas de enseñanza también lo hagan, sin embargo este proceso de cambio sigue siendo muy lento.

Nos queda claro que debemos de hacer un cambio pero ¿Cuál es la mejor forma de cambiar? ¿Qué paradigma es el  que realmente funciona actualmente?; algunas de mis conclusiones respecto a estas interrogantes son las siguientes:

Considero que el conectivismo se acopla muy bien al contexto actual, donde los estudiantes son considerados nativos digitales y están recibiendo gran cantidad de información y herramientas tecnológicas y de comunicación. Me identifico con las premisas y las concepciones del aprendizaje bajo este enfoque y con los elementos teóricos que retoma del enfoque constructivista. Muy rescatable son las oportunidades que nos brinda para diseñar diversos AVA, para compartir, colaborar, reflexionar, y construir de manera conjunta;  sin embargo considero que este paradigma no funciona en todos los contextos educativos ni en todas las personas. El poco control que se tiene sobre la gran cantidad de información que está disponible en la red que puede fomentar el desarrollo de información poco confiable y de baja calidad, es un punto débil de este enfoque y por otro lado es una realidad que en México todavía existe brecha digital producida fundamentalmente por la pobreza en la que vive gran parte de nuestra población.

Referente al conductismo, respeto sus aportes, mismos que revolucionaron la enseñanza por décadas, sin embrago en la realidad actual no le encuentro “sentido” a muchas de sus propuestas. Personalmente no me visualizo ni como alumna ni como docente adoptando los roles que se describen bajo este enfoque pero esto es una percepción muy personal. Analizándolo de forma más global considero que es más útil para la sociedad actual contar con sujetos capacitados para enfrentar las necesidades y problemas laborales reales, que sepan trabajar en equipo y de forma constructiva, en lugar de tener sujetos llenos de conocimiento que no utilizarán en la práctica y que no son “funcionales socialmente”.

Hasta aquí les he compartido mi postura sobre todo acerca de los dos paradigmas de "extremo" pero coincido con Pozo (2008) en que no es cuestión de creer que unos tipos de aprendizajes funcionan y otros no, sino más bien de hacer una valoración crítica de cuándo y para qué sirve cada tipo de aprendizaje y cuáles son las mejores formas de alcanzarlo. Schunk  (1997) también refuerza esta idea, ya que plantea que la enseñanza efectiva depende de la selección de las posturas teóricas más adecuadas para cada tipo de aprendizaje. Por lo anterior enfatizo y apoyo estas posturas, no se trata de desechar postulados teóricos, ni tipos de aprendizaje,  sino de saber seleccionar el más adecuado o la mejor combinación en dependencia de las necesidades concretas, de los objetivos de aprendizaje que queremos alcanzar, de las características del ambiente, de los estudiantes, de los docentes, de la sociedad y de la institución, entre otros. Un ejemplo de esta combinación teórica y del uso de las TICS son los  Entornos personales de Aprendizaje (PLEs); Castañeda y Adell (2013) plantean que están basados en un paradigma constructivista/imperativo y de la Cruz, González y González (2013) que está basado en el Constructivismo social de propuesto por Vygotsky (1978) y desarrollado para los tiempos de Internet en el conectivismo de Siemens (2005) y Downes (2005).

Como última reflexión, considero que lo no puede pasar actualmente es que las instituciones educativas y los docentes ignoren los cambios y nuevas exigencias educativas,  sino que deberán considerar la creación de nuevos ambientes de aprendizaje de calidad y pertinencia social ajustados a estas nuevas necesidades educativas.

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lunes, 6 de marzo de 2017

Análisis crítico de aproximaciones ambientalistas al aprendizaje

Estimados lectores, en esta ocasión compartiré información sobre qué es la perspectiva ambiental del aprendizaje y cómo se concibe desde las aportaciones de diferentes autores y teorías educativas así como el papel que tienen las TIC y/o la virtualidad en esta perspectiva.

“El conductismo, el cognitivismo y el constructivismo son las tres grandes teorías de aprendizaje utilizadas más a menudo en la creación de ambientes instruccionales” (Siemens, 2004, p.1). Posteriormente como respuesta a la necesidades de nuevos ambientes de aprendizaje e inclusión de las tecnologías de información y comunicación (TICS) en la educación comienza a agarrar fuerza el conectivismo (Siemens, 2004).

Estas cuatro teorías tienen coincidencias y diferencias en la concepción del aprendizaje, lo que a su vez tiene implicaciones en el diseño del ambiente de aprendizaje y en los roles que adoptan tanto docentes como estudiantes. Una de las coincidencias de estas cuatro teorías es que todas consideran aproximaciones ambientalistas del aprendizaje, lo cual detallo más adelante. Schunk (1997), plantea que “Las teorías conductuales y cognoscitivas concuerdan en que el medio y las diferencias entre los estudiantes influyen en el aprendizaje…”

Pero ¿qué significa que las teorías educativas tengan una perspectiva ambientalistas? Según la definición del Diccionario de Psicología Científica y Filosofía (s/f), se define Ambientalismo como:

Esta expresión se refiere a toda teoría que da más importancia al ambiente que a lo innato para dar cuenta de las capacidades, facultades y estados de los animales y las personas. Influido por el empirismo, el ambientalismo subraya el papel del aprendizaje y en el caso del hombre la importancia de la sociedad…”

Las teorías conductistas subrayan la función del medio. La teoría del condicionamiento operante de Skinner es un ejemplo de ello, misma que plantea que el aprendizaje puede ocurrir mediante el control y modelación de la conducta en función de cambios ambientales donde el maestro es el responsable de diseñar el ambiente con el objetivo de tener, por parte de los estudiantes, una respuesta adecuada a los estímulos (Schunk ,1997). Este paradigma es considerado en la psicología como el más ambientalista.

El interconductivismo también es un ejemplo de teoría con perspectiva ambientalista debido a que el diseño en su mayoría se realiza con base en el aprendizaje por competencias, lo que a su vez considera vincular las competencias adquiridas con la resolución de problemas, necesidades específicas sociales o del contexto donde se desenvuelve el estudiante.

Las teorías congnitivas por su parte plantean que las condiciones ambientales pueden favorecer el aprendizaje. Plantean el aprendizaje como un fenómeno mental interno del aprendiz, donde se da un peso fundamental al procesamiento de información (adquisición, organización, codificación, repaso, almacenamiento y recuperación) e insisten en que el aprendizaje sea significativo y en que se debe tomar en cuenta la opinión del aprendiz sobre el medio (Schunk ,1997).

Por otro lado tenemos al constructivismo. Éste se desprende de la teoría cognitivista, toma en cuenta elementos de las teorías estímulos-respuesta y modelos de procesamiento de la información (Belloch, 2012). El entorno en el que se adquiere el aprendizaje es de suma importancia puesto que el alumno no se limita a copiar el aprendizaje sino que lo construye a partir de elementos personales, experiencias e ideas previas según sus necesidades, intereses y su ritmo particular para interactuar con el entorno (Zapata, 2015).

Por último en esta cadena evolutiva de las teorías encontramos al conectivismo aunque algunos autores no lo reconocen como teoría de aprendizaje. Se desarrolla en la era digital, surge como una mejora de los modelos anteriores y como integración de principios explorados por la teoría del caos, redes, complejidad y auto-organización (Siemens, 2004).

Bajo esta teoría se concibe al aprendizaje como un proceso de formación de redes, según lo planteado por Downes (2007) el aprendizaje consiste en la destreza para construir y atravesar esas redes y “…ocurre al interior de ambientes difusos de elementos centrales cambiantes – que no están por completo bajo control del individuo” (Siemens, 2004, p.6).

A raíz de esta teoría surgen los conceptos de e-learning de S. Downes y diversos tipos de Ambientes virtuales de aprendizaje (AVA). Por otra parte, varios de los procesos que se plantean en otras teorías educativas pueden llevarse a cabo con el apoyo de las TICS (Siemens, 2004). Por ejemplo desde un enfoque cognitivista, Herrera (2006), plantea que en un AVA desde el diseño instruccional y de la interfaz se pueden diseñar estrategias para estimular el aprendizaje del alumno.

Variadas son las oportunidades educativas que las TICS ponen a nuestro alcance, menciono algunas de ellas:

  • Propician la interacción ilimitada de personas ubicadas en diversos lugares del mundo, en tiempos diferentes
  • Propician la creación de grandes comunidades de aprendizaje
  • Nos permiten compartir gran cantidad de conocimiento en un corto tiempo
  • Nos permiten crear diversos tipos de AVA que a su vez propician el aprendizaje colaborativo, cooperativo, la construcción social del conocimiento, el respeto a la diversidad de ideas, la tolerancia, la interacción y comunicación (de la Cruz, González y González, 2013)
  • Las herramientas de medicación educativa, sirven como puente para establecer relaciones entre el estudiante y el docente y para transformar las existentes; favorecen la generación de estrategias metacognoscitivas (Cuervo, s/f); a través de ellas el alumno puede obtener información del mundo que a su vez le va a permitir construir esquemas para posteriormente analizar la realidad de una manera más compleja pero además ésta funcionan como mediadoras de la relación educativa; influyen en las oportunidades de aprendizaje de quienes interactúan con estos instrumentos; modifican las formas de acceso a la información, generan un contexto particular de comunicación, permiten que los alumnos aprendan y amplíen las estrategias de aprendizaje; nos ayudan a controlar la respuesta del individuo y tienen una función de facilitadores de comportamientos (Vygotsky, citando en Cuervo, s/f), etc.

Conclusiones

Considero que el conectivismo se acopla muy bien al contexto actual donde los estudiantes son considerados nativos digitales y están recibiendo gran cantidad de información y herramientas tecnológicas y de comunicación. Sin embargo, por otra parte, coincidiendo con Schunk (1997) que plantea que la enseñanza efectiva depende de la selección de las posturas teóricas más adecuadas para cada tipo de aprendizaje, también creo que no se trata de desechar postulados teóricos sino de saber seleccionar el más adecuado o la mejor combinación en dependencia de las necesidades concretas, de los objetivos de aprendizaje que queremos alcanzar, de las características del ambiente, de los estudiantes, de los docentes, de la sociedad y de la institución, entre otros. Un ejemplo de esta combinación teórica y del uso de las TICS son los Entornos personales de Aprendizaje (PLEs);Castañeda y Adell (2013) plantean que están basados en un paradigma constructivista/imperativo y de la Cruz, González y González (2013) que está basado en el Constructivismo social de propuesto por Vygotsky (1978) y desarrollado para los tiempos de Internet en el conectivismo de Siemens (2005) y Downes (2005).

Las instituciones educativas y los docentes no pueden ignorar los cambios y nuevas exigencias educativas actuales por lo que deberán considerar la creación de nuevos ambientes de aprendizaje de calidad y pertinencia social.

Referencias

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